Mi maleta para hoy
Y después de un día largo y pesado, lo único que te puede
animar es la sonrisa real y sincera de un niño, ¿Quién no se ha puesto a jugar con
los niños? Después de pasar un rato con ellos la percepción de la vida cambia,
cambia a esa manera que ya habías olvidado, cuando la vida era sencilla y todo
era juego y diversión, y entonces te preguntas, si es tan divertido correr,
brincar, gritar, ¿Por qué uno lo deja de hacer?
¿Qué pasaría si todos gritáramos y rugiéramos y corriéramos como
cuando éramos niños? Tal vez existiría menos estrés, menos gente deprimida, tal
vez así todos pudiéramos expresar todos esos sentimientos oprimidos. ¿Por qué no
intentarlo un día? Tal vez, solo tal vez, ese día sea el más tranquilo que jamás
hayamos tenido.
Sonríe, goza y vive la vida, así como un niño lo hace,
disfrutando aquellas cosas pequeñas que te dejan de interesar, convirtiendo una
simple maleta olvidada en un “baúl de recuerdos”.
Esta es la segunda sesión fotográfica con mi maleta antigua,
quise conservar los colores reales para mostrar esa emoción de los infantes en
sus juegos, ese mundo mágico que crean en sus mentes y que transportan a
lugares inimaginables.
Comentarios
Publicar un comentario