Voy a cerrar FB
¿Otra vez? Hace años ya lo había hecho y cuanta paz me dio. Pero ahora no es tan fácil, ya que ahora más que una red social ha llegado a convertirse en una herramienta digital.
Pero es que no me hace bien, a nadie le hace bien, bueno a lo mejor a los que generan ingresos a través de esta red social sí, pero a mí que solo soy una usuaria más en el océano del internet, no, no me hace bien.
Resulta que tengo ansiedad generalizada (diagnosticada y no es algo que no se sepa), y esa es una razón por la cual no me hace bien.
No crean que le pongo atención a las notificaciones, o que si estoy pendiente de quien laykeo lo que sea que haya compartido, la verdad hasta se me olvida compartir lo que siempre pienso compartir, a parte, en FB no se encuentra “la audiencia” a la que me gustaría dirigirme, bueno el punto es que no ocupo FB para compartir algo de mi día a día, ni para compartir memes o cualquier p3ndejada.
Aclarado el contexto ahora si van mi razón:
Es muy morboso. Es horrible.
Una vez desapareció una chica de mi pueblo, Ana Laura. Tras días de búsqueda “encontraron” su cráneo. Y ahí en un post de FB aparecía la foto de los restos humanos en un terreno. WHAT?! Siempre “censuran” ¿Por qué esa vez no lo censuraron? Era más importante que a la imagen la llenaran de marcas de agua del medio que la estaba compartiendo antes de que la censuraran. ¿Saben que paso por mi mente y mi cuerpo? Empecé a temblar, mi corazón se aceleró y estaba a punto de vomitar. ¿Por qué hicieron eso? ¿Por qué compartieron eso? ¿Había visto cráneos antes? sí. Pero en ese momento pensar que ese cráneo le pertenecía a alguien que tiene rostro, nombre y que la había conocido fue muy fuerte. HO RRI BLE.
Esta red social siempre censura imágenes de contenido sensible. Que las corridas de toros, que una mujer amamantando, que algo que sugiera la menstruación… pero el cráneo, no. La verdad es que no creímos que esos restos pertenecieran a Ana Laura, para mi todo fue “plantado” para que se dejara en paz su búsqueda, pero a mí, en ese momento que lo vi y que me encontraba tan sensible, me afecto.
Este fin de semana arrojaron a una persona en una carretera y su cuerpo fue destruido cuando lo arrollaron los otros autos al pasar. ¿Dónde vi la noticia? En FB. ¿Quise saber de la noticia? No. No. Ni lo leí, ni lo abrí, ni me fijé en la foto, pero me fue suficiente con enterarme al verlo tantas veces que lo compartieron. Y hoy en la madrugada despierto y en automático agarro el teléfono y abro FB (porque sí, pinche adicción) y lo primero que me sale es que posiblemente ya sepan de quien se trataba esa persona destrozada. Cerré la aplicación. Pero en mi mente ya estaba pensando, si estaba vivo al momento en que lo arrojaron o si solamente se quisieron deshacer del cadáver. Ya no pude dormir.
Y como en estos dos ejemplos tengo un montón.
FB dejo de ser esa red social en donde compartías con tus amigos para convertirse en el medio “oficial” para comunicar los acontecimientos de tu localidad, pero de una manera absurda, amarillista y morbosa.
Y sí, como quisiera cerrar Fb. Pero no puedo, porque, aunque cierre mi perfil aun así tengo que seguir trabajando con la red social de mi trabajo. Y esas noticias me van a seguir apareciendo.
También se ocupa como herramienta de aprendizaje, una vez entre a un curso online y los recursos los subieron a un grupo privado de FB.
Y personalmente para mi es mi nube, mi drive, mi respaldo. Imposible cerrar mi FB. Imposible no enterarme de los acontecimientos locales, porque no solamente lo hace una página o dos, sino también lo hacen los usuarios normales con complejo de reporteros.
Solo quería desahogarme y regresé a mi safe place para hacerlo.
Noches, Ana.
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