Fotografías con S8 en pueblo mágico // Cuetzalan // VSCO


La verdad es que este post lo quería hacer con fotografías análogas, pero al parecer  todo me falló.


Caminé y caminé, la verdad es que nadie me dijo cuanto iba a caminar (y fue mejor porque si lo hubiera sabido no me hubiera animado o por lo menos la habría pensado), y así estuvo mejor, sin pensarlo y solo andando.  Ni siquiera sabía que tanto iba a pisar, es más, ni siquiera sabía que iba a haber un momento en el que iba a dejar de pisar y que iba a tener que sumergirme para continuar. ¿Qué tengo de evidencia de todo esto? Solamente los recuerdos y la anécdota que puedo contar.



Así comenzó todo… A mí solamente me dijeron: “pasamos por ti mañana a las 6 a.m.”, y pues lo único que se me ocurrió empacar fue mi Pentax con un rollo byn que le restaba diez fotos (según yo para hacer retratos), una Maxima 60 XL, que llevaba rollo completamente nuevo y mi celular por si quería hacer fotos digitales para Instagram.

Después de muchas curvas de camino ¡llegamos por fin! Y optamos por comprar un tour a unas grutas cerca de ahí, los señores que nos lo vendieron nos dijeron que nos íbamos a mojar, que caminaríamos mucho y que era mejor no cargar nada, más que el equipo de seguridad que ellos te brindaban.






La camioneta en la que íbamos se quedó estacionada en el camino, tuvimos que caminar un poco hasta encontrar un pequeño río, el cual se perdía en una pared de rocas donde existía una pequeña abertura por la cual uno debía ingresar. Obviamente era siguiendo el curso del río, entonces desde ahí tus pies ya iban completamente sumergidos en el agua. Conforme te ibas adentrando a la gruta todo se oscurecía y se iba reduciendo el espacio por el cual debías de avanzar, y cada vez se complicaba mas continuar solamente usando los pies, bueno prácticamente era imposible andar así. Hubo varios puntos en donde las manos eran indispensables para continuar o tener que avanzar sentado o incluso arrastrandose pecho tierra para continuar.

Las fotografías que capture fueron mentales:
1.       El grupo caminando uno tras de otro porque las paredes rocosas estaban muy estrechas.
2.       La obscuridad total cuando miraba hacia atrás (porque yo iba cerrando fila).
3.  El haz de luz que iluminaba una piedra en el centro de una cueva cuando ya comenzábamos a ascender.
4.       Al guía enseñándonos las posturas adecuadas para avanzar.

Esas son las fotos mentales que espero no olvidar. Pero no solo esas fueron las anécdotas de ahí dentro, ya que uno sale de ahí con raspones y golpes, y el equipo de seguridad te salva más de una vez de un buen golpe en la cabeza, pero sin duda lo que mi grupo y Ana nunca van a olvidar es cuan “niña” fui a la hora de tener que sumergirme completamente en el agua para poder pasar al otro lado de una roca y seguir avanzando, ¿Por qué? ¡Porque Ana no sabe nadar! Y además me da miedo el agua. Ja, ja, ja, bueno ahora ya me da risa pero en ese momento créanme que sufrí, de verdad. Pero valió la pena, porque aunque me costó mucho (de verdad mucho) hacerlo, nadie me quita esa satisfacción. El recorrido dentro de las grutas fue de dos horas sino es que más, yo me acuerdo que en algún punto ya iba temblando y no supe si era de frio, nervios o quizás ya de lo cansado, pero todo, absolutamente TODO vale la pena.




En esta foto use el modo retrato de mi celular.





Después de las grutas nos llevaron a una cascada, para ese momento me di cuenta que mi Maxima 60 Xl no iba a funcionar, ya que su pila no tenía carga.


Después de salir de ahí y bañarnos, por fin pudimos ir al pueblo a caminar, conocer y comer. Me terminé mi rollo en byn, por lo cual me di a la tarea de buscar por todo el centro si vendían o bien la pila extraña para mi cámara o algún rollo de 35mm para la otra. Como no pude encontrar ni una ni otra, entonces hice uso del celular.

 Estas son las fotos de lo que hasta ahora ha sido el mejor pueblo mágico que he conocido (17 de 111), un pueblo que se me hizo muy puro, tranquilo, realmente lleno de magia, el blanco que tiene me encanto, las artesanías son realmente hermosas, llenas de colores, texturas, figuras y hasta les termine diciendo que subieran el precio porque se me hizo exageradamente barato lo que pedían. en conclusión fue una experiencia super rica y divertida.







Y a pesar de que en mis fotos muestre muy poco de lo que es la esencia del lugar, volveré, y una vez que vuelva voy a fotografiar tan merecidamente como merece ser retratado

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Pd. Las 10 fotos en byn no las tengo porque no he podido revelar mi rollito, solo espero no echarlo a perder en el revelado.

Pd 2. Estuve experimentando con presets de VSCO para la edición de estas fotos. 

Pd 3. El que Pueblo Mágico que siento que le sigue a este esta aquí.

Noches Ana.

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